Todos tenemos un coach interior. Éste es ese guía interno que nos ayuda a tomar las mejores decisiones, a sentirnos más motivados, a experimentar las emociones de un modo más positivo, y a gestionar mejor nuestro mundo interior en general.
El coach interior es nuestro mejor recurso pues no es otra cosa que la mejor versión de nosotros mismos la cuál podemos invocar en cada ocasión que necesitemos de su consejo, de su visión objetiva de las circunstancias o de su capacidad de ver nuestras posibilidades personales ante un reto; es nuestro potencial racional en su máxima dimensión.
[blockquote]¿No te has encontrado en más de una ocasión diciéndote a ti mismo cosas como: “tú puedes”, “no hagas caso a los que te dicen porque…”, “no saques conclusiones tan precipitadas de esta situación, piénsalo con más calma”, etc.? Estos son algunos de los modos en los que aparece.[/blockquote]
Sin embargo, en la práctica, agobiados con preocupaciones, miedos, inseguridades, frustraciones y demás nos suele costar que aflore con la facilidad que nos gustaría. Uno de los grandes problemas que impiden esta conexión con él tiene que ver con que estamos tan sumergidos en nuestra situación de presión que no somos capaces de distanciarnos momentáneamente de nosotros para invocarlo, o sea, de pensar racionalmente sobre la situación.
Para ello te voy a enseñar una técnica que te será muy útil. Se llama “Mi imagen de mundo”. Ella consiste en escribir una carta a tu hijo/a (real o metafórico) en la que le vas a explicar cómo se tiene que desenvolver en el mundo ante situaciones de angustia, de conflictos u otras situaciones desagradables de la vida. Dile bajo qué patrones de pensamiento debería guiarse, qué debería decirse así mismo en esas situaciones, cómo debería actuar. Pero, muy importante, imagina que tu hijo tendrá la capacidad de obedecer plenamente a tus consejos, que los tomará 100% en serio.
Posteriormente, piensa que esa carta te la ha escrito tu coach interior para ti. Cuando estés pasando por un momento de dificultad personal, viviendo un conflicto u cualquier situación en la que necesites un sabio consejo interior, dirígete a la carta como si tuviera personalidad propia. Léela y busca qué te dice sobre cómo actuar en esa situación y, si no había escrito nada que pueda hacer referencia a tu situación imagina que la carta te puede hablar y pregúntate: ¿qué me diría sobre cómo afrontar esta situación esta carta? (que en definitiva estás preguntando: ¿qué me diría mi coach interior sobre cómo debo afrontar esta situación?).
[blockquote]¿Te animas a intentarlo?, ¿conoces alguna otra técnica para ayudarte a tomar perspectiva e invocar a tu coach interior? Cuéntanosla.[/blockquote]
J. Secanella
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