Un enfoque en lo positivo sobre nosotros es imprescindible para avanzar en la vida, conseguir metas y disfrutar en el proceso. Paradójicamente, una de las estratagemas que utiliza nuestra mente con el fin de protegernos de las frustraciones que pueden conllevar las equivocaciones, errores, fracasos, es la de hacernos sentir inútiles, no capaces de afrontar la vida con sus retos y dificultades.
Este discurso de inutilidad se suele ir formando desde la niñez por lo que, además de aprender a enfocarnos en nosotros en positivo, estamos en el mejor momento para ayudar a nuestros hijos e hijas a tener esa visión más sana sobre sí mismos. Algo que nos va a ayudar es comprender el proceso interior que se da en nuestra mente pues, aunque este tipo de pensamiento negativo parezca una contradicción, tiene una lógica muy coherente para nuestra mente, la cual que debemos de reprogramar si somos adultos o ayudar a programar bien desde un principio en nuestro hijos.
Nos ayudará a entender el nuestro funcionamiento mental utilizar la metáfora del “niño interior”. Todos tenemos en nuestro interior un niño llorón e inseguro que busca protegernos del dolor que le causa el experimentar las frustraciones. Este niño nos protege en muchas ocasiones con intuiciones, sensaciones emocionales que no nos dejan fiarnos de alguien o emprender un proyecto demasiado arriesgado. Este niño es el que estaba actuando en el ámbito consciente cuando éramos niños y que ahora opera básicamente en el inconsciente. El problema viene cuando este niño es demasiado inseguro y llorón, como ocurre en muchos de nosotros, porque no se fortaleció debidamente cuando fue su momento. En esos casos busca desesperadamente el que permanezcas en tu zona de confort (zona en la que te centras sólo en hacer aquello que de lo que te sientes seguro). Como el niño es muy inseguro su percepción de la zona de confort es muy restringida. Esto choca frontalmente con tu pensamiento racional el cuál sabe que puedes emprender más de lo que tus emociones –influida muchas veces por tu niño interior- te dejan. ¿Cuál es el modo en el que ese niño se intenta salir con la suya? Activando en ti pensamientos inconscientes de incapacidad. Estos pensamientos, conforme activan en ti emociones que te bloqueen para afrontar retos y te quedes sin abordarlos, irán creando en ti la creencia consciente de que no eres capaz.
Entonces, ¿es que acaso el niño interior prefiere que vivas bajo un prisma de inseguridad personal? Sí, porque considera que eso es mejor que el vivir la frustración de los fracasos.
El mejor modo de abordar de frente estas actuaciones irracionales de nuestro niño interior es la de afrontar racional y conscientemente esas creencias sobre nuestra incapacidad. Así mismo, si queremos ayudar a nuestros pequeños debemos de actuar como los adultos racionales que les ayudan a ver continuamente lo bueno que hay en ellos. No es una cuestión de repetirte como un mantra una frase opuesta (p.ej., una persona que cree que él no es capaz de encontrar pareja repetirse que la va a conseguir sin ninguna duda) sino la de reflexionar sobre el discurso negativo absoluto del niño interior (“yo no seré capaz”) desde un punto de vista más racional (“soy capaz porque soy capaz de conseguir cosas en la vida”, “no será fácil pero lo voy a intentar”, “voy a reflexionar sobre mis experiencias pasadas para aprender de ellas”, etc.). La cita de Katherin Bettoni tiene ese brillo especial que nos da a entender que los absolutos negativos que a veces nos acabamos creyendo sobre nosotros no tienen ninguna base racional, sobre todo si la concepción negativa tiene que ver con nuestra persona de un modo global.
Un saludo.
Jonathan Secanella
Coach y formador
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