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Uno de los problemas con los que lidiamos constantemente es el de conseguir centrarnos en ciertas tareas que nos resultan difíciles, son de mucha importancia o las tenemos a medias. En este post te voy a hablar de porqué estas últimas –la inacabadas- en más de una ocasión nos cuestan tanto de retomar y te daré un consejo práctico y útil para conectar con tu motivación interior para concentrarte y poder acabarlas.
El problema de las tareas inacabadas es que nos crean un doble efecto de ansiedad: por un lado nos generan un tipo de ansiedad positiva que tiene que ver con que nuestra mente no acaba de desconectar nunca de esa tarea inacabada, es como si estuviera el motor a ralentí esperando que se ponga el semáforo en verde. Esta dimensión de la ansiedad está relacionada positivamente con la motivación y es con la que debemos conectar para aprovecharnos de ella. Por otro lado, esa misma ansiedad nos va desgastando psíquicamente y nos va haciendo percibir la tarea como más difícil, incómoda, desagradable, monótona, etc., de lo normal. Es la dimensión negativa que te lleva a sumergirte en un círculo emocional viciado en torno a una fuerza centrípeta que no te deja salir de él (no te es agradable, pero sientes que no tienes fuerzas ni ilusión para salir).
Conectando con la metáfora del motor y el semáforo, en estos momentos, la clave es arrancar, poner el semáforo en verde, para conectar con la ansiedad positiva que sólo espera un “click” para ponerse a trabajar. La clave, por tanto, se traduce en estos dos elementos prácticos: 1. Empezar, 2. No esperar nada, ni mirar la tarea desde ninguna perspectiva relacionada con su magnitud, efectos o motivación (lo que te queda por hacer, lo poco que te apetece, la importancia que tiene, la falta de capacidades, de motivación…). ¿Cómo puedes hacer esto de una forma práctica? Sigue este sencillo consejo:
[blockquote]Comprométete a dedicar “sólo quince minutos” a esa tarea, ni uno más ni uno menos. Después de los quince minutos evaluarás si te apetece seguir con ella o no. En la mayoría de casos, lo normal será que te hayas metido en ella, y la misma ansiedad positiva por la tarea inacabada se vuelva a favor tuyo y te motive a seguir.[/blockquote]
Pero, ¡cuidado!, ten muy presente estas dos pautas:
- Si después de los 15 minutos sigue sin apetecerte déjalo, no pasa nada. Si no lo haces, perderás credibilidad en ti mismo y la siguiente vez no te servirá esta técnica (lo normal es que sólo te ocurra una o dos veces de cada diez).
- Tu única meta cuando empieces los 15 minutos es dedicarte a esa tarea, pero no conseguir motivarte, ni siquiera concentrarte demasiado. Si tu meta es motivarte es muy posible que se vuelva en tu contra y te acabes poniendo más ansioso. Recuerda que hemos dicho que tienes que poner el semáforo en verde, pero no pensar en la tarea con la excepción de en los aspectos prácticos de la realización de ese momento.
¿Cómo llevas el tema de las tareas inacabadas?, ¿tienes muchas por ahí pendientes?, ¿cómo afrontas el motivarte para retomarlas?
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